La Junta garantiza que la estructura inaugurada en 1939, será adaptada a la Ley de Memoria Democrática, su uso dependerá de los propietarios.
El camino ha sido largo y no ha estado exento de polémica, pero desde hace unos días la Pirámide de los Italianos, que está ubicada en el Valle de Valdiviana en la provincia de Burgos y levantada en los primeros años del franquismo.
Figura hoy en día como Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Monumento, la declaración a cargo de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, fue llevada a una reunión del Consejo de Gobierno.
Según la Junta, se han tomado en consideración las únicas cuatro alegaciones presentes, una de estas se adaptará a la Ley de Memoria Democrática.
El portavoz de la Junta, Carlos Fernández Cariado, informó que la declaración de la Pirámide de los Italianos como BIC cuenta con varios informes favorables. Indicó que está certificado documentalmente desde 1965.
La Pirámide pertenece a la Asociación Hermandad de la Rivera de Herbosa
Sus propietarios pueden determinar el uso siempre que se adapte a la legislación vigente. El mausoleo inaugurado en 1939, para homenajear a los combatientes italianos que apoyaron a Francisco Franco en la Guerra Civil, participaron en la batalla de Santander. Al que no se opuso para su nombramiento el Gobierno de España ni la Consejería de Cultura.
El pasado 21 de febrero de 2023, se inició el procedimiento para declarar la Pirámide de los Italianos como BIC. Determinando la categoría que integraría entre monumento, jardín histórico, conjunto histórico, sitio histórico, zona arqueológica, conjunto etnológico y vía histórica.
La Declaración de BIC requería la previa incoación y tramitación del expediente administrativo por la Consejería en materia de cultura, es decir, la administración de Gonzalo Santonja, aseguró en el mes de agosto que el Gobierno «no se opone» a la decisión.
Se solicitó aclarar la titularidad del bien e indicar destino final de la Pirámide una vez sea declarada como BIC, ya que la conocida Pirámide es un santuario funerario construido entre 1938 y 1939 en el puerto del Escudo.
Para inhumar los restos de los soldados italianos fallecidos durante la Guerra Civil en la batalla del Escudo, se trata de una construcción piramidal de 20 metros de altura, de cemento forrado con placas calizas.
Realizada por el arquitecto Attilio Radic y el capellán militar Pietro di Varzi, que se enmarca en la arquitectura entreguerras dentro del racionalismo arquitectónico imperante en la época.
Desde los combates de la Guerra Civil, se fueron organizando numerosos cementerios provisionales, el 14 de junio de 1938 se documenta la primera iniciativa de Attilio Radic, para la construcción de este osario.
En 1939, a falta de detalles estaban terminadas, el ministro de Exteriores de Italia, se presentó a fin de supervisar el entierro de los combatientes italianos, que habían estado enterrados en diferentes cementerios de la zona.
El osario del escudo, de dimensiones modestas, se relaciona con los grandes sacrari italianos de entreguerras. El modelo constructivo en el siglo XX tuvo un desarrollo en la construcción de grandes cementerios dedicados a los caídos en distintas guerras.